Tras más de dos décadas ayudando a personas a través de la psicoterapia, nos dimos cuenta que había lugares internos a los que no podíamos acceder con las herramientas terapéuticas que manejábamos entonces. 

La impotencia de no poder ir más allá con nuestros pacientes nos empujó a buscar otras perspectivas y enfoques de trabajo.

En este camino descubrimos el  modelo de psicotrauma en el que se basan diferentes abordajes de tratamiento y decidimos formarnos en ellos.

Comenzamos formándonos en EMDR (Eyes Movement Desensitization and Reprocessing) y actualmente tenemos el certificado de Clínicos EMDR.

Utilizamos este abordaje a diario con nuestros pacientes, tanto para trabajar trauma simple como trauma complejo. Es una herramienta recomendada por la OMS para el tratamiento del Trastorno por Estrés Postraumático. Sus resultados son asombrosos.

Tenemos los dispositivos para poder trabajar con E.B.( Estimulación Bilateral) en consulta presencial y el programa EMDR remote para poder trabajar ON Line.

A través del trabajo con EMDR descubrimos como las memorias traumáticas se guardan sobre todo en el cuerpo. Las memorias somatosensoriales permanecen durante mucho tiempo activas en el cuerpo tras el acontecimiento traumático, y nos dimos cuenta de que necesitábamos saber más sobre ello.

Fue entonces cuando decidimos formarnos en PSICOTERAPIA SENSORIOMOTRIZ.

La Psicoterapia Sensoriomotriz bebe del método Hakomi de Ron Kurtz.

Haber conocido a Ron Kurtz ha sido otro de los regalos que nos ha proporcionado el estudio del trauma. Ron Kurtz establece cuatro principios que coinciden con nuestra manera de hacer terapia, más si de experiencias traumáticas se trata:

Principio de No Violencia,

Principio de Unidad

Principio de Organicidad

Principio Integración mente-cuerpo

La Terapia Sensoriomotriz es un modelo integral para la intervención en Trauma y heridas de apego. Es una modalidad de terapia verbal orientada  en el cuerpo.

Nos permite trabajar con las sensaciones corporales asociadas a la respuesta traumática desde la Atención Plena. Como terapeutas vamos acompañando al paciente en el recorrido de dichas respuestas somáticas permitiendo la expresión de las mismas y ayudando a completar la respuesta inacabada tan característica del trauma.

Es una herramienta que encaja perfectamente con la anterior permitiéndonos afinar en las sensaciones sentidas ante el recuerdo traumático.